Por tradición de las brujas al cumplir los 13 años deben abandonar la casa de los padres y buscar una ciudad donde sus servicios sean requeridos, y quedarse allí durante algún tiempo. De esta manera, Kiki comenzará el camino que la llevará a convertirse definitivamente en bruja. Este viaje lo realiza junto a su amigo Jiji, un gato negro que se encargará de la mayoría de los gags, y montada en su escoba voladora. Su viaje iniciático la llevará a instalarse en una ciudad marítima donde comenzará a conocer el mundo y a conocerse a sí misma.
lunes, 16 de junio de 2008
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